La planificación será clave en la próxima campaña de maíz

Tras una campaña maicera marcada por la presencia de Dalbulus maidis (popularmente conocida como chicharrita del maíz) y el consecuente achaparramiento del cultivo, resultará fundamental para el próximo ciclo una adecuada planificación y el uso de productos específicos.

El ingeniero agrónomo Augusto Casmuz, uno de los referentes nacionales en la materia, destacó las altas poblaciones de la plaga registrada el año pasado y su efecto como vector de un complejo de patógenos que afectaron al cultivo.

“En la zona norte impactó muy fuerte la plaga y los patógenos transmitidos, con niveles de incidencia que en muchos casos llegaron a pérdidas prácticamente totales de lotes”, afirmó.

“Terminamos el último ciclo con altas poblaciones de chicharrita” dijo y aclaró que “si bien tuvimos el efecto de las bajas temperaturas y las heladas en un invierno mucho más crudo -lo que ayudó a bajar las poblaciones de este vector- sigue estando presente en las distintas zonas”.

El panorama -según Casmuz- “obliga a que quien decida incorporar maíz en su sistema productivo, debe tomar ciertos recaudos para manejar esta problemática”.

En las zonas en las que todavía hay una brecha para la siembra de maíz, “debemos tratar de que las poblaciones actuales no se vean incrementadas”, siendo la medida principal “hacer mucho foco en el manejo de los maíces voluntarios, que es donde se inician las poblaciones de chicharrita y los patógenos trasmitidos por este vector”.

Por eso recomendó inicialmente “manejar y evitar la proliferación de los maíces voluntarios, para arrancar la campaña con los menores niveles poblacionales que permitan tomar decisiones e implementar estrategias de manejo”.

Casmuz recomendó el uso de tratamientos de semilla para el control inicial del vector, ya que “sabemos que las primeras etapas fenológicas del cultivo son las más susceptibles a los daños ocasionados por esta problemática”.

El profesional destacó que “cuando se usan en las dosis adecuadas tienen un buen control inicial de la chicharrita” y aclaró que “cuando comenzamos a trabajar con el tema, observamos que -en líneas generales- los maíces que se utilizaban acá en la Argentina venían ya tratados, pero en dosis insuficientes o muy lejos de las empleadas en Brasil para el control de Dalbulus maidis en la primera etapa del cultivo”.

Tanto Matrero 60 FS (Imidacloprid 60%), como Nutar 35 FS (Tiametoxam 35%) alternativas de Sumitomo Chemical, “son efectivas para el control inicial siempre y cuando se haga un ajuste de dosis. Es importante mencionar también que elevarla demasiado en los tratamientos de semillas -por encima de lo que indican los registros- puede aparejar problemas de calidad fisiológica de la semilla”, impactando en una menor germinación y un mayor porcentaje de plantas anormales. Otra alternativa para control del vector como tratamiento de semilla es Nipsit Semillero (Clotianidin 60%), también perteneciente a Sumitomo Chemical.

Planificación

El ingeniero agrónomo Augusto Casmuz señaló que “la clave es tener muy bien planificada la campaña de maíz. Deben incorporarse en su estructura todas las estrategias que hace al manejo de la problemática. Al momento de establecer el cultivo, deben usarse tratamientos específicos de semillas e incorporar también las aplicaciones foliares, porque -como dije- el tratamiento de semilla solamente sirve para una primera etapa del cultivo”.

Otra recomendación fue hacer “un seguimiento muy de cerca del lote con un monitoreo de esta problemática”.

Sintetizó que una buena planificación debe estar basada en “la incorporación de estrategias, que por ahí no estábamos acostumbrados a usar en el cultivo de maíz, como el tratamiento específico de semilla, las aplicaciones foliares, sustentadas en el monitoreo de los lotes con mucha más frecuencia a la habitual”.

Augusto Casmuz. Ingeniero Agrónomo, egresado de la Facultad de Agronomía y Zootécnica de la Universidad Nacional de Tucumán (MP: 1154).

Desde el año 2009 se desempeña en el cargo de Investigador en la Sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, trabajando en proyectos referidos al manejo de las principales plagas de cultivos extensivos de la región del NOA.

Acerca de las soluciones Sumitomo Chemical para tratamiento de semillas

Nutar 35 FS es un insecticida formulado para tratamiento de semillas a base de tiametoxan 35%, pertenece a la familia de los neonicotinoides.

Está especialmente recomendado para el control de insectos de suelo e insectos que se alimentan o succionan los tejidos vegetales. En el insecto afectado, muestra una rápida acción de contacto y estomacal, afectando el sistema nervioso del mismo. Tiene actividad sistémica con efecto residual. Protege la etapa inicial hasta el establecimiento del cultivo, asegurando un buen stand de plantas y permitiendo controlar las primeras poblaciones que llegan al cultivo.

Matrero 60 FS es un insecticida formulado para tratamiento de semillas a base de Imidacloprid, también un neonicotinoide que interfiere en la transmisión de los estímulos del sistema nervioso central de los insectos. De manera similar a como ocurre con la acetilcolina, actúa excitando ciertas células nerviosas por su acción sobre los receptores proteicos.

Ese último efecto produce un desorden nervioso que lleva a la muerte del insecto tratado.

Matrero se destaca por actuar por contacto, ingestión y de manera sistémica.

Nipsit Semillero es un insecticida a base de clotianidin al 60% perteneciente también a la familia de los neonicotinoides, es un desarrollo de Sumitomo Chemical, su formulación está destinada al tratamiento profesional de las semillas , para híbridos comerciales , a partir de este año también cuenta con el registro de dosis para chicharrita , además de los registros anteriores para otras plagas de suelo e implantación en el cultivo de maíz .